JORNADAS DE ESPIRITUALIDAD SALESIANA – ROMA 22-25 DE ENERO 2009 ENTREGA DE LA CARTA DE COMUNIÓN EN LA FAMILIA SALESIANA DE DON BOSCO

Relatores
SOR CARMELA SANTORO FMA
Tel 347 15 64 101
Dir.lucento@tiscalinet.it

SR. ROBERTO LORENZINIE SC
Tel. 333 59 75 115
robibrenz@tiscali.it

DON PIER LUIGI CAMERONI SDB
Tel. 340 14 52 349
pcameroni@salesiani.it

INTRODUCCIÓN: LA INVITACIÓN DEL AGUINALDO 2009
1.- RASGOS CARACTERÍSTICOS DEL ROSTRO SALESIANO
1.1 LA GRACIA DE COMUNIÓN EN LA FAMILIA SALESIANA
1.1.1 La Familia Salesiana: un don que viene de arriba
1.1.2 Don Bosco: Padre y Maestro
1.1.3 La caridad pastoral: centro y síntesis del espíritu salesiano
1.2 PALABRAS SIGNIFICATIVAS DE DON BOSCO
1.2.1 “Da mihi animas, coetera tolle”
1.2.2 “Unidos en un corazón solo se hará diez veces más”
1.2.3 “Basta que seáis jóvenes para que os ame mucho”

2.- ELEMENTOS SUSTENTADORES DEL ESPÍRITU COMÚN
2.1 LOS FUNDAMENTOS DE LA COMUNIÓN
2.1.1 Pertenencia 2.1.2 Comunidad carismática
2.1.3 El Rector Mayor
2.2 EXPRESIONES CONCRETAS DEL ESPÍRITU COMÙN
2.2.1 La gracia de unidad
2.2.2 La unión con Dios
2.2.3 La ascesis de la bondad
2.2.4 El optimismo y la alegría de la esperanza
2.2.5 El trabajo y la templanza
2.2.6 El arraigo en el misterio de Cristo y la confianza en María

3. FORMACIÓN PARA UNA FRATERNIDAD ACTIVA
3.1 UN CONOCIMIENTO MUTUO FRATERNO EN EL DON DE LA IDENTIDAD
3.2 LA APERTURA A UN MOVIMIENTO SALESIANO MÁS AMPLIO
3.3 LA COLABORACIÓN EN LA IGLESIA Y EL LA SOCIEDAD.

CONCLUSIÓN: EXPERIENCIAS DE FAMILIA SALESIANA
INTRODUZIONE: L’INVITO DELLA STRENNA 2009
Don Bosco estaba convencido de que la misión de salvación de la Iglesia, con la específica preferencia por los jóvenes, exige unirse espiritualmente y asociarse operativamente, pudiendovivir el espíritu salesiano en diversos estados de vida. Comenzó así aquel movimiento de Familia Salesiana que la Iglesia definirá como “Familia Carismática”. La Carta de Comunión caracteriza nuestra identidad carismática. El primer paso para la concretización del Aguinaldo es pues: Colaborar juntos en la formación y en la profundización de la mentalidad carismática de Familia SalesianaPara ello hay que esforzarse en: Hacer objeto de estudio y de profundización la “Carta de la comunión” y la “Carta de la Misión” ... estudiar en profundidad el posible campo común, lo cual exige mirar, reflexionar, dialogar, estudiar, rezar juntos, para encontrar el camino que hay que andar en espíritu de comunión” (Del Aguinaldo 2009) La intención de nuestra presentación a varias voces es la de volver a entregar las líneas esenciales de la Carta de Comunión para hacernos juntos con aquella riqueza interior y apostólica que Don Bosco nos ha dejado en herencia.

1. RASGOS CARACTERÍSTICOS DEL SEMBLANTE SALESIANO
1.1 LA GRACIA DE COMUNIÓN EN LA FAMILIA SALESIANA
Lo que caracteriza nuestra Familia es el fruto de la intervención divina que en Don Bosco inauguró el espíritu salesiano 1.1.1 La Familia Salesiana; un don que viene de arriba “ Nuestra Familia ahonda sus raíces en el misterio de la Trinidad. Contemplando al Dios Amor, comprendemos ... la espiritualidad de comunión, el ser familia. (Del Aguinaldo) La Familia Salesiana es don y experiencia del Espíritu Santo, iniciativa de Dios a quien nos confiamos completamente y con el que cooperamos, conscientes de la presencia viva de Jesús que convierte nuestro corazón y el del amor materno de la Auxiliadora a quien confiarse cotidianamente. 1.1.2 Don Bosco: Padre y Maestro “Don Bosco comenzó en la Iglesia una experiencia evangélica original. El Espíritu plasmó en él un corazón grande como las arenas del mar, lo hizo Padre y Maestro de una multitud de jóvenes y fundador de una amplia familia espiritual” (art. 1) “Don Bosco es un gigante del espíritu que ha dejado en herencia un rico y bien definido patrimonio espiritual. Él es el iniciador de una verdadera escuela de espiritualidad apostólica, nueva y atrayente. Es punto de referencia obligado para todos aquellos, que bajo un impulso particular del Espíritu, se sienten llamados a compartir, en el hoy de la historia, su destino y su misión en los diversos estados de vida, cada uno según el grado y el nivel que le es propio” (art. 7) 1.1.3 La caridad pastoral: centro y síntesis del espíritu salesiano 1.1.3.1 La caridad pastoral, cuya fuente y modelo está en Cristo, buen pastor, fue para San Juan Bosco criterio de vida y acción, inspiración educativa y evangelizadora, oración e impulso misionero. El da mihi ánimas, coetera tolle dio unidad a su amor a Dios y a los jóvenes (art.1) 1.1.3.2 Centro y síntesis del espíritu salesiano es la caridad pastoral, que San Juan Bosco vivió con plenitud en medio de los jóvenes del oratorio, movido por su amor sacerdotal. En el estilo de Don Bosco la caridad pastoral se traduce en pasión apostólica que llamamos también corazón oratoriano; participación en la misión de Jesucristo, buen pastor; inspiración cuya fuente se halla en Pentecostés, solicitud que tiene en María un ejemplo eminente de donación. 1.1.3.3 “Todo salesiano, imitando a San Juan Bosco, procura humildemente ser signo y portador del amor de Dios a los jóvenes y a cualquier otra persona con la que se encuentre. Esta caridad es intensamente pastoral: se debe practicar en unión cordial y activa con los pastores de la Iglesia, con el ministerio de los obispos y del Papa, primeros responsables de la grey de Cristo pastor (art. 18). 1.2 PALABRAS SIGNIFICATIVAS DE DON BOSCO 1.2.1. “Da mihi animas, coetera tolle”. Constituye el “hilo de oro” de su experiencia. Hoy, para nosotros, indica un conjunto de disposiciones interiores que guían los pasos del salesiano en la vida concreta de cada día. Exige atención a la profundidad espiritual y a la interioridad apostólica, orienta hacia el misterio de la presencia y amor de Dios, suscita aliento por las almas, como decía el beato Felipe Rinaldi, estimula el celo y la creatividad de la caridad pastoral (art. 11). 1.2.2. “Unidos en un corazón solo se hará diez veces más”. Don Bosco “es consciente de la necesidad de una caridad cooperativa en el servicio educativo y pastoral, y sabe que el Espíritu Santo suscita los carismas para bien de toda la Iglesia y utilidad de todos.En el Reglamento de los Cooperadores Salesianos, dejó escrito nuestro Fundador: “Siempre se ha creído que era necesario la unión de los buenos para ayudarse recíprocamente en el bien y tener lejos el mal. Si una cuerdecilla sola se rompe fácilmente, es muy difícil romper tres juntas. Si las fuerzas débiles se juntas, se hacen fuertes: Vis unita fortior, funiculus triplex difficile rumpitur” (art. 13) 1.2.3 “Basta que seáis jóvenes para que os ame” “Los principales valores de la vivencia de San Juan Bosco encuentran en los jóvenes su punto de convergencia y cohesión: su género de santidad, la elección del campo apostólico, la estrategia de intervención, el programa concreto de acción, el secreto del éxito... “Yo por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por vosotros estoy dispuesto a dar, incluso, la vida” (art. 15)

2. ELEMENTOS FUNDAMENTALES DEL ESPIRÍTU COMÚN
2.1. LOS FUNDAMENTOS DE LA COMUNIÓN “La conciencia de parentesco espiritual y de una corresponsabilidad apostólica ha producido relaciones e intercambios fraternos entre los grupos y una presencia original de los mismos en la Iglesia con la juventud particularmente necesitada”. Veamos los tres fundamentos 2.1.1. Pertenencia. “ Pertenecer a un grupo es como entrar en toda la Famila” (art.6) El criterio de pertenencia es la caridad pastoral. El celo apostólico de San Juan Bosco es la energía espiritual que le impulsa a buscar almas y servir sólo a Dios. (art.7) La pertenencia nace de la comunión y se consolida haciendo que ésta sea cada vez más profunda. No es un sentimiento vago que sólo reconoce vínculos frágiles y etéreos, sino un impulso del Espíritu que lleva a la unidad y busca expresiones concretas, a veces incluso institucionalizadas, con miras a una relación y colaboración en el trabajo” (art.9) 2.1.2. Comunidad carismatica. “Grupos diversos, establecidos y reconocidos, comparten un verdadero parentesco espiritual y una consanguinidad apostólica. Grupos de presbíteros y de seglares, de célibes y de casados, de consagrados y de religiosos, según formas de vida que dan un testimonio variado de las bienaventuranzas, forman un conjunto orgánico y vital por la fuerza unificadora del espíritu y misión de San Juan Bosco. Se sienten herederos y portadores de su don” (art. 10) 2.1.3. El Rector Mayor.. El centro que garantiza la unidad es, según el pensamiento de San Juan Bosco, el Rector Mayor, al que todos reconocen un triple ministerio de unidad: es sucesor del Santo, es padre de todos, es centro de unidad de la Familia (ar.9) Los Salesianos de Don Bosco, a título de herederos particulares y representantes de su riqueza de paternidad sacerdotal propia del orden presbiteral, tienen la responsabilidad de animar al conjunto de la Familia (art. 36) 2.2. EXPRESIONES CONCRETAS DEL ESPÍRITU COMÚN 2.2.1. La gracia de unidad. “La caridad pastoral es la virtud por la que imitamos a Cristo en la donación de sí mismo y en su servicio. Lo que muestra el amor de Cristo a su grey no es simplemente lo que hacemos, sino nuestra donación personal. La caridad pastoral determina nuestro modo de pensar y actuar y nuestra manera de relacionamos con las personas.... Los dos polos de la caridad pastoral - Dios y el prójimo - son inseparables (art 19) 2.2.2. La unión con Dios. “San Juan Bosco ha sido definido como la unión con Dios... Es una actitud interior de caridad que mira a la acción apostólica, en la que se concreta y manifiesta, crece y se perfecciona. Algunas insistencias y características dan a conocer la sencillez de que se viste la rica y profunda intuición de la oración en San Juan Bosco. En su inspiración, está totalmente penetrada del aliento del da mihi ánimas. En su estilo, es juvenil, popular, gozosa y creativa, sencilla y unida a la vida. En sus principales formas, va a lo esencial: Palabra de Dios, Eucaristía, Penitencia, María Auxiliadora”.(art.20) 2.2.3. La ascesis de la bondad. “El método de la acción salesiana no es simplemente el de amar (cosa evidente e imprescindible), sino el de ser capaz pedagógicamente de hacerse querer, porque la delicada tarea de educar es cosa de corazón. No es fácil. Exige una ascesis continua y profunda, para dar lugar y cabida en la propia existencia al joven y a su anhelo de Dios” (art. 23) 2.2.4. El optimismo y la alegría de la esperanza. San Juan Bosco santificó la alegría de vivir, y ofreció a los jóvenes la clave para lograr la felicidad.... En la escuela de San Francisco de Sales y San Juan Bosco, el salesiano, consagrado o seglar, adquiere algunas actitudes de fondo:  Fe en la victoria del bien. .”En todo joven, incluso en el más desgraciado, hay un punto accesible al bien.  Apertura a los valores humanos. El salesiano “capta los valores del mundo y no se lamenta de la época en que vive; aprovecha todo lo que hay de bueno, especialmente si gusta a los jóvenes".  Educar en las alegrías cotidianas.... Educar en la alegría es educar en la esperanza y en la donación de sí mismo (art. 22). 2.2.5. El trabajo y la templanza “No se deben buscar penitencias extraordinarias; basta aceptar con serenidad las fatigas y dificultades de cada día para continuar siempre dispuesto a servir a Dios y al prójimo. La ascesis salesiana tiene diversos aspectos: es ascesis de humildad, para no ser más que siervo ante Dios; es ascesis de mortificación, para ser dueño de sí mismo, saber guardar los propios sentidos y el propio corazón, saber negarse a un estilo de vida cómoda; es ascesis de aguante y paciencia, para perseverar en la acción; es ascesis de entrega cuando las circunstancias y los acontecimientos invitan a estar más cerca de Cristo crucificado”.(art.24) 2.2.6. El arraigo en el misterio de Cristo y la entrega a María. La orientación suprema del espíritu salesiano es la vida cristiana, la formación del creyente....En el misterio de Cristo está presente, de modo significativo e irrenunciable, la persona de María Santísima. Si queremos ser cristianos, debemos ser marianos, es decir, tenemos que admitir la relación esencial, vital y providencial que une a la Santísima Virgen con Jesús y nos abre el camino que conduce a él. Toda la Familia Salesiana se siente mariana, nacida por la solicitud materna de María Inmaculada y Auxiliadora.(art. 26)

3. FORMACIÓN PARA UNA FRATERNIDAD ACTIVA
“La Familia Salesiana de San Juan Bosco, como típico y original carisma de fundación, tiene su raíz en el don de la unidad y fraternidad, que requiere un cuidado continuo y una formación en el amor evangélico.La renovación pedida por la Iglesia a todos los grupos y comunidades lleva al Espíritu de la Resurrección y de Pentecostés” (ART.29). UN CONOCIMIENTO RECÍPROCO FRATERNO EN EL DON DE LA PROPIA IDENTIDAD 3.1.1. “El crecimiento de la fraternidad es también fruto del conocimiento mutuo...Este conocimiento debe saber captar lo que cada uno tiene de original, en cuanto riqueza y fecundidad del Fundador de todos, San Juan Bosco”. (art.30) 3.1.2. “Del conocimiento intelectual hay que pasar al conocimiento práctico que da el compartir fraterno. Es el vasto campo que corresponde al espíritu de familia, a las relaciones interpersonales y de grupo...reuniones de fraternidad, espiritualidad y oración... momentos de reflexión y estudio... informaciones constantes... reconocimiento mutuo de la necesidad que cada uno, como persona y como grupo, siente de perdón, de comprensión y de ayuda del otro.... Particular relevancia tiene, en este sentido, la Consulta de la Familia Salesiana, que merece el apoyo de todos los grupos” (art.31 3.1.3. “La fraternidad no anula la identidad... Con la energía de su carisma, San Juan Bosco unifica, en la armonía de una única familia apostólica, al religioso y al seglar, al casado, al viudo y al célibe y al sacerdote, que de maneras distintas dan testimonio del espíritu de las bienaventuranzas. A nadie le quita su específica espiritualidad sacerdotal, laical o religiosa”. (art. 31) 3.2. LA APERTURA A UN MOVIMIENTO SALESIANO MÁS AMPLIO 3.2.1. “La Familia Salesiana.... no vive únicamente para sí misma: su misión de sacramento del amor de Dios a los jóvenes condiciona, orienta y especifica su ser y su actuar”. 3.2.2. . Se reconoce como movimiento eclesial cuya amplitud supera los confine y posibilidades de los grupos reconocidos oficialmente, porque agrupa personas amigas, simpatizantes y bienhechoras que, sin pertenecer a ningún grupo organizado y reconocido de la Familia Salesiana, actúan a nuestro lado con el estilo y el espíritu salesiano. 3.2.3. La Familia de San Juan Bosco crea un movimiento salesiano más amplio cuando sabe expresar, por encima de las peculiaridades de cada grupo, algo con capacidad para unir y con fuerza para manifestar visiblemente la identidad apostólica”. (art. 32) 3.3. COLABORACIÓN EN LA IGLESIA Y EN LA SOCIEDAD 3.3.1. “La comunión y la comunicación deben terminar en colaboración apostólica, pues la Familia Salesiana no existe para sí misma, sino para cumplir en la Iglesia y en el mundo la misión que se le ha confiado, sobre todo para bien de los jóvenes y de los pobres. 3.3.1. es colaboración de grupo a grupo, para cumplir la misión salesiana en sus diversos sectores y campos y en los diferentes tipos de obras; colaboración de los grupos juntos en las instituciones pastorales de la Iglesia local y en las instituciones civiles, para llevarles la aportación salesiana, múltiple en sus riquezas y contenidos, a la construcción de la civilización del amor. 3.3.3. El logro de un plan común supone un camino de convergencia, que más de una vez podrá exigir el sacrificio de puntos de vista particulares o de perspectivas de un solo grupo de pertenencia”. (art. 33)

CONCLUSIÓN: EXPERIENCIA DE FAMILIA SALESIANA
“La Carta de Comunión es una referencia válida para difundir, estudiar y realizar las modalidades de comunión entre todos. La nueva mentalidad debe pasar en cada grupo del papel a la vida, para que la Familia Salesiana sea vivida como dimensión vocacional” (Aguinaldo 2009) En la segunda parte de la mañana serán presentadas algunas experiencias en acto dentro de la Familia Salesiana, como signo de comunión carismática, de crecimiento formativo y de acción compartida entre grupos de la Familia Salesiana, en la línea de la Carta de Comunión.