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Pina Bellocchi Angelo Santorsola Damas Salesianas

CARTA DE LA MISIÓN

 

CAPÌTULO 3

MISIÒN EDUCATIVA-PASTORAL DE LA FAMILIA SALESIANA

INTRODUCCIÒN
 
Nos hemos permitido consolidar los temas tratados en el Capìtulo 3, en tres partes, agrupando en cada parte temas que consideramos guardan relaciòn entre sì. En la primera parte, encontraràn los temas  la misiòn salesiana y la nueva evangelizaciòn; la segunda, la titulamos  la sociedad contemporànea y la familia y, el ùltimo tema, lo rotulamos el rol de la mujer y el rol de la comunicación. En la Parte I, nos referimos al modelo que nos dejò Don Bosco de "salvar almas" a travès de la misiòn de la Familia Salesiana, modelo que constituye la razòn de ser de nuestro trabajo y, con respecto a la nueva evangelizaciòn, nos atrevemos a sugerir una "permanente actualización" de ella, justificando nuestra sugerencia bajo las bases de la necesidad de crear nuevas metodologìas ante las complejidades e incertidumbres del mundo actual. La Parte II, se refiere a los impactos que recibe la familia de parte de una sociedad cada dìa cambiante por efecto del sorprendente desarrollo cientìfico y tecnológico con sus influencias positivas y negativas. Por ùltimo, en la Parte III, discutimos, por una parte, la importancia del rol de la mujer, emancipada de su anonimato gracias a la inclusión que de ella hizo Don Bosco desde el siglo XIX, un siglo antes de que la mujer tomara conciencia de su propio valor y, por otra parte, nos referimos a la importancia del desarrollo del rol de la comunicación social, la tecnologìa y la globalizaciòn que a travès de mùltiples redes permite que la información recorra grandes distancias en segundos y cubra casi todas las àreas del quehacer del ser humano. Don Bosco nos aconseja utilizar la comunicación como mecanismo para llegar a los jóvenes, fin ùltimo de nuestra misiòn.
 
PARTE I – La Misiòn Salesiana y la Nueva Evangelizaciòn
 
La Familia Salesiana en Venezuela realiza un trabajo educativo y asistencial bajo la inspiración de las hermosas palabras que Don Bosco dirige al Señor, "Dame almas y nada màs". Esas palabras encierran todo el sentido de nuestra misiòn. A pesar del tiempo transcurrido entre la presencia de Don Bosco en la tierra y el tiempo actual, la necesidad sentida de muchas almas por alcanzar la Vida que da la palabra de Dios y la cual le llega a travès de la misiòn salesiana comprometida, no ha cambiado. Es el reto cotidiano que encontramos en el rostro humano en la calle, en el barrio pobre, o en las urbanizaciones ricas. Hay "hambre" de amor, de comprensión, de respeto, de solidaridad. Don Bosco reduce el àmbito de su misiòn y sòlo habla de y para los jóvenes, y especialmente los de bajos recursos. Al fin y al cabo, ellos son los hombres y mujeres del mañana.
 
Nos preguntamos, ¿por què los jóvenes? Y pareciera que casi oìmos la voz de Don Bosco que nos dice, si no se atiende al joven de bajos recursos, uno de los dèbiles de la sociedad, se corre el riesgo de que sea pisoteado. Nacerìa entonces en èl el resentimiento ante la injusticia de la desigualdad social y, sin lugar a dudas, ese resentimiento podrìa manifestarse en tomar el camino equivocado de la adicciòn, el robo o el crimen. El joven es el destinatario por excelencia de la misión  salesiana.
 
La nueva evangelizaciòn se nos presenta indispensable en un mundo que avanza a una velocidad superior a las respuestas que la sociedad ha dado a sus problemas. La humanidad ha cambiado de manera evidente en el ùltimo siglo con respecto a los siglos precedentes y esta velocidad de cambio trae consigo incertidumbres y complejidades que sobrepasan los conocimientos previos adquiridos. Por lo tanto, no podemos seguir cumpliendo las mismas funciones y realizando sus acciones de la misma manera como se hacìa en el siglo pasado. Requiere una "permanente actualización" de la Evangelizaciòn, con nuevas ideas, estrategias, mètodos, nuevas habilidades, mayor inteligencia y creatividad, pràcticas que impliquen un cambio positivo dràstico en la manera de ver el mundo.   
 
 
Parte II – La sociedad contemporànea y la familia
 
A partir de la Segunda Guerra Mundial, comenzaron a producirse lentamente los cambios sociales que impactan hoy a la sociedad contemporànea. Los gobiernos de la postguerra no trataron solamente de reconstruir las ciudades destruìdas, intentaron, ademàs, reconstruir los vìnculos perdidos de solidaridad y armonìa entre los seres humanos y la construcciòn de un nuevo orden de valores y principios que llevaran a  un cambio profundo de su comportamiento. En esta nueva sociedad se realizaron y continùan realizando desarrollos excepcionales: un vertiginoso  crecimiento del conocimiento, innovación de  redes de comunicación intra y extra terrestres, mayor nùmero de canales de información, evolución de la ciencia y la tecnologìa, la necesaria  globalización de la economía, globalización que no se suscribe solamente al mercado, y muchos otros desarrollos màs que acercaron al ser humano a un sentido pragmàtico de la vida.
 
Si, por una parte, una externalidad del desarrollo de la ciencia es positiva para la persona humana, por la otra, tambièn presenta una externalidad negativa en el sentido de que esta  vertiginosa producción de conocimientos  complejizan su existencia pues a duras penas le alcanza el tiempo para digerir el caudal de información que recibe. Asì las cosas, es imposible considerar a la familia enajenada de una sociedad contemporànea, desarrollada, compleja, materialista y, sin proponèrselo, alejada de Dios. Hoy màs que nunca nuestra misiòn cobra importancia en el sentido de que exige que nos acerquemos a la familia, sentir sus necesidades y sembrar la palabra de Dios.
  
Don Bosco, visionario, anticipò la incertidumbre y la complejidad de la sociedad de los siglos por venir. Hoy Don Bosco nos recuerda la importancia de la familia, primer lugar de socializaciòn,  y nos pide educar en las creencias fundamentales de nuestra religión y ademàs: demostrar con ejemplos concretos el sentido de familia, profundizar en los padres este valor o principio moral (el joven es vìctima de la carencia de este valor), instruir a las parejas jóvenes acerca del papel del hogar donde nace la vida y el amor.
 
Estamos conscientes de las dificultades que enfrenta nuestra misiòn en un ambiente donde la mayorìa de las familias viven un estado de desorganización, madres solteras, esposas abandonadas, familias separadas, desatenciòn al anciano, jóvenes que desertan del seno familiar antes de tener la mayorìa de edad. Y nuestro paìs no escapa de esta realidad. En ocasiones, nuestra misiòn va a la zaga de las necesidades y la brecha puede ser cerrada a travès de un declarado interès en evaluar el desempeño y en alcanzar la eficiencia de nuestra misiòn. La misiòn puede verse a manera de transformación que puede ser realizada en todos los espacios de la Familia Salesiana y se caracterizarìa por ser: catalizadora, intuitiva, previsiva, competitiva, descentralizada, con capacidad de sumar voluntades, e inspirada siempre en el carisma de Don Bosco.
 
Nuestro trabajo como miembros de la Familia Salesiana requiere, ante la globalización y la transferencia de los valores, trabajar mancomunadamente, como lo exige el sentido de familia, sin solapar atribuciones ni especificidades, ni estrategias, ni modalidades, teniendo siempre presente el sentido ùltimo, "salvar almas". Enfatizamos la importancia de tener vinculaciones màs eficaces entre los miembros de la Familia Salesiana, como el de conocer còmo se estructuran y funcionan cada una de las ramas.
 
Parte III – El rol de la mujer y el rol de la comunicación
 
El presente siglo XXI es considerado como el siglo de la mujer y del conocimiento. Un santo y uno en vìas de su canonización, Don Bosco y el Papa Juan Pablo II, reconocieron el valor de la mujer y la reivindicaron por poseer potencialidades intelectuales y capacidades que la hacen merecedora de ejercer derechos civiles y polìticos en igualdad de condiciones que el hombre. Son muchos y diferentes los roles que la mujer desempeña con èxito porque, ademàs de sus habilidades, le acompaña su natural afectividad y compasiòn hacia el pròjimo. No en vano, Juan Pablo II acuñò el tèrmino, "genio de la mujer" en reconocimiento de las cualidades innatas que posee la mujer.
 
Mamà Margarita formò el corazòn compasivo de Don Bosco. El Sistema Preventivo que èl utilizò como herramienta de enseñanza a los jóvenes tiene fundamentalmente un componente femenino y forma parte de la vida salesiana. Leer, estudiar, internalizar, meditar las biografías de  Mamà Margarita y de Madre Mazzarello son esenciales para introducirnos y comprender la influencia de estas mujeres benditas en la vida de Don Bosco. Son ejemplos que enriquecen nuestra misiòn.
 
Asimismo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, la mujer logrò salir de la esfera privada donde se la mantenìa en el anonimato, en su domesticidad, sin rostro, ni voz, para introducirse en la esfera pùblica reservada solamente a los hombres, una esfera donde existe el derecho a participar, a tener voz y visibilidad. Don Bosco, no sòlo reconociò el valor del papel de la mujer, sino que la hizo miembro de su Familia Salesiana, con voz, con voto, y partìcipe de su misiòn. ¿Còmo no responder con entusiasmo y agradecimiento a ese santo emancipador?
 
La globalización existe gracias al desarrollo de las comunicaciones, impulsa a convertir el mundo en un gran mercado con todas las implicaciones sociales, morales y polìticas tanto positivas como negativas y en razòn de que nos homogeneiza, la información està al alcance de la mayorìa de los pueblos y el mundo noticioso llega a los hogares incluyendo a todas las edades para formar o deformar las mentes. La comunicación social provee información en cantidad pero no siempre de calidad y la publicidad crea "necesidades" en el ser humano que antes no tenìa  y el "efecto de demostración" lleva a imitar comportamientos no siempre deseable de otros paìses y otras culturas.
 
Nuevamente, Don Bosco visionario, tomando en cuenta el avance del mundo, intuyò el valor de la comunicación social como medio para acercarnos a los  jòvenes y a sus tendencias juveniles hacia la moda, la mùsica, su sentido de justicia, y en ese acercamiento educar y  evangelizar, caracterizando nuestra misiòn por la sencillez, lo simple, lo pequeño.
 
Conclusión pràctica para todos nosotros los miembros de la Familia Salesiana: a) tener un sentido claro de misiòn; b) timonear màs y remar menos; c)  delegar autoridad y responsabilidad; d) menos reglamentos y màs incentivos; e) evaluar consecuencias; f) medir los resultados por la felicidad del destinatario. Nuestro trabajo no puede esperar.
 
Muchas gracias.

 

Caracas, 19 de noviembre de 2008

Directorio Internacional de la ASOCIACIÖN DAMAS SALESIANAS-ADS

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